sábado, 5 de diciembre de 2015
La radiación de fondo
Solo tengo pasado.
Y una arritmia escrita en alguna página.
Y la lengua en un cementerio tecnológico
y los tendones cuarteados
y los labios recubiertos de amianto.
Tengo el desahucio en el pecho
y la radiación de fondo en un poema.
Los dedos descosidos,
los ojos llenos de frutas podridas,
la huella de carbono de un vuelo intercontinental
almacenada en el hipotálamo,
la patria astillada en las rodillas
y el recuerdo lleno de vertidos tóxicos.
Solo tengo pasado.
Un pasado desmembrado y enmohecido
como una pintura negra abandonada en un desván.
miércoles, 30 de septiembre de 2015
Otro como yo
Hay un tipo en la tele hablando
del Estado Islámico,
mientras el gato hace de las suyas
en el pasillo.
Hay un tipo mirando la tele
sentado en mi sofá
y escuchando como mi gato
–o el suyo–
la está liando en el pasillo.
Otro como yo
escribe hasta a las tantas
porque sabe que no es él
el que mañana tiene
que ir a trabajar.
Y yo, que ni oigo, ni veo, ni escribo,
me descuelgo ciego y sordomudo
por un lado de la cama
porque se me han secado las palabras
de no usarlas
y necesito meterlas en remojo.
sábado, 19 de septiembre de 2015
V.O.S.E.
"Lo único que se necesita para hacer una película es
una mujer y una pistola"
Jean-Luc Godard.
Cuando el protagonista deje la copa
encima de la mesa,
sonará jazz para los títulos de crédito
justamente donde el script
dice que hay que fundir a negro.
Alguien se encargará de cambiar
el decorado
para convertir esta habitación
en una noche en Manhattan
y repetir la escena en la que los protagonistas
se miran a los ojos por primera vez.
La iluminación será algo más tenue;
quizá con un filtro
que arroje tonos azulados,
o algún efecto que simule
la luz de los faros de los coches
atravesando la ventana.
La cámara graba desde atrás al personaje
que camina por un pasillo de puertas cerradas.
Es un travelling exacto que termina
cuando llega a la actriz que fuma
y observa ensimismada un cuadro de Magritte;
hay una nostalgia que la persigue
detrás de la pantalla.
El encuentro se produce en plano general
el espectador sabe que uno de los dos esconde
un revólver que debe disparar
antes de la primera palabra,
pero algo sucede, es un instante,
es un guionista cruel el que decide
que el personaje cambie de opinión.
La toma no sirve,
las chicas de maquillaje están histéricas
ella tiene brillos en la frente,
a él se le ha olvidado el texto.
Poema escrito a cuatro manos con Marina Alcolea.
martes, 11 de agosto de 2015
Condicional simple
Podríamos acabar,
(tú y yo)
en algún pueblecito de la costa;
uno de esos que tienen todas sus casas
pintadas con cal
y los gatos duermen la siesta
a la sombra,
sin vergüenza,
sin que nadie les moleste.
Podríamos pirarnos
y dejarlo todo a medias.
Yo me quitaría este vicio tonto que tengo
de escribir poesía
para aliviar
el lastre de vivir en un mundo sin belleza.
Tú podrías, incluso, decirme que sí.
(tú y yo)
en algún pueblecito de la costa;
uno de esos que tienen todas sus casas
pintadas con cal
y los gatos duermen la siesta
a la sombra,
sin vergüenza,
sin que nadie les moleste.
Podríamos pirarnos
y dejarlo todo a medias.
Yo me quitaría este vicio tonto que tengo
de escribir poesía
para aliviar
el lastre de vivir en un mundo sin belleza.
Tú podrías, incluso, decirme que sí.
lunes, 27 de julio de 2015
Trademark
Ahora que han cambiado por marcas registradas
todos los rincones de Madrid,
la ciudad debe oler a terminal de aeropuerto
y deben estar muy solas las copas del Ojos Negros
sin nosotros dos.
Ahora que le tengo que preguntar al iPhone
cómo volver a casa
en una ciudad que me cubre de salitre,
entiendo que es mejor llevar las ojeras
llenas de heridas
que tener un corazón con estrías,
o piel de melocotón.
Ahora que mi salón es el Monte Saint-Michel
con la marea alta
no hay gata o loba, o bruja con escoba,
que pueda sacarme de aquí.
domingo, 12 de julio de 2015
La Bohème
“La bohème, la bohème
ça voulait dire : tu es jolie
la bohème, la bohème
et nous avions tous du génie”
Charles Aznavour
No he visto lilas colgar bajo las ventanas
de Montmartre
pero he visto la belleza derramada
sobre el mantel
como un océano vertiéndose constantemente
sobre la playa
o una ciudad que amanece atravesada
por la migración de los flamencos,
aunque desde el balcón del segundo
solo se vea la sombra que arrastran mis ojeras:
carnes podridas por pasar la noche a la intemperie,
bosques calcinados bajo las pestañas,
las marcas de neumático sobre el asfalto
del que no supo frenar a tiempo
para evitar el accidente.
Sin embargo,
tras la breve lucidez del sueño,
quedaban aún los ecos de la bohème,
la certeza de esos días de vino y rosas
salpicados por una juventud y una belleza
cuyo recuerdo, cada vez más contingente,
nos hizo transmutar el drama en mito,
el amor, en el invitado que llega
cuando la fiesta ha terminado.
Y justamente ahí,
en la fractura del amanecer contra las ventanas,
aprendimos que éramos nosotros
los que teníamos que barrer las copas rotas.
Pero ahora que se me llenan las primeras luces
de agua en estado gaseoso
y los cristales de edificios abandonados,
el tiempo y la distancia
empañan aquellos versos de Aznavour.
El peso que elegimos transportar enturbia
que aún somos jóvenes,
que tú eres bella,
que tenemos talento.
El camino que elegimos recorrer
muestra únicamente el recuerdo de haber fallado
en nuestro único gran golpe.
jueves, 18 de junio de 2015
II.
“Quiero una pureza clásica,
donde la porquería sea porquería
y los ángeles sean ángeles”.
Henry Miller
Los antropólogos deberían tratar de dilucidar
la obsesión por la limpieza del hombre moderno:
esa extraña histeria de la esterilización,
el morbo por lo impoluto,
la atracción desquiciada que supura desde lo inmaculado;
el culto por las camisas planchadas.
Alguien tendría que escribir literatura
sobre el vicio occidental por la higiene,
por esa indecente devoción al quirófano
cuando el tugurio y la porquería son
el estado natural de las cosas que pertenecen
a este mundo.
Alguien debería explicarles
a todos esos fetichistas del pH neutro
que hay más pureza en una gota de lefa
resbalando por los labios
que en todas las atmósferas protectoras
de los envases que recubren sus alimentos.
Alguien debería hacerles entender
a esos yonkies de la profilaxis
que los mejores frutos crecen
en tierras abonadas con mierda;
que la pureza no huele a lejía,
que en el fango también hay belleza.
Él bien lo sabía.
Poema publicado en Obituario en homenaje a Henry Miller.
viernes, 8 de mayo de 2015
Incendio
“Y cabe la posibilidad
de que te vuelva a encontrar
en algún incendio”
McEnroe.
La verdad es que no hay mucho más que decir.
Ven,
ábrete una cerveza
y sube conmigo a la azotea
a ver como arde Europa.
Te dejo un hueco.
miércoles, 6 de mayo de 2015
El estado de la cuestión
He estado leyendo a poetas que murieron jóvenes
y a otros que aún siguen vivos.
He leído historias sobre cucharas quemadas,
picos de heroína y gente follando totalmente drogada.
picos de heroína y gente follando totalmente drogada.
Supongo que por toda esa mierda murieron aquellos poetas jóvenes.
El caso es que lo que cuentan los poetas vivos
tampoco parece muy alentador.
El caso es que lo que cuentan los poetas vivos
tampoco parece muy alentador.
lunes, 6 de abril de 2015
Contra el suelo
Mientras que el impacto
me hace romper la luna del coche con el cráneo,
me pregunto cuántos metros hay que recorrer
rozándose contra el asfalto,
hasta que la carne quemada
deje ver los huesos.
Parece que no es fácil recordar
que el final siempre fue inminente
para el conductor temerario.
Primero será la tela de los pantalones
y en cuestión de segundos:
llegará el olor de la carne pasada.
Si hubieses sido tú,
habría belleza en este cuerpo reventado contra el suelo.
Pero estos pulmones aplastados son los míos,
de la misma forma que el reguero de sangre
que se extiende, solo ratifica
que todos los rituales necesitan sacrificios.
martes, 31 de marzo de 2015
Coño
Renegaré del poema que hable
de bocas y faldas,
de cuellos y vestidos,
de lencería y pintalabios.
Yo quiero hablar del coño,
sin edulcorante ni ornamento.
Quiero desear el Coño.
Tu coño o el coño que deseas,
el coño de tu hermana,
de tu madre, de tu prima.
Un coño y todos los coños.
Quiero aprehender el coño,
saborear el coño,
entrar en el coño
y conocer todos sus secretos.
sábado, 7 de marzo de 2015
Acabar con el poeta
Si hablo de una jauría de perros medio muertos,
estará todo dicho.
Si relato como mi vómito resbala por la porcelana del lavabo,
habré escrito una biografía.
Pero si me dejas pasar la lengua por tus rodillas,
quemaré todos los poemas
porque me llevaré todas tus cicatrices en los labios;
y en las encías,
la sangre de todos los que has asesinado.
Y será hermoso ver como con el paso del tiempo,
se me caen los dientes,
porque eso querrá decir
que no pudiste acabar con el poeta.
jueves, 29 de enero de 2015
Lo atroz y el equilibrio
Los chicos que querían veranos del amor
acabaron viviendo en ciénagas llenas de fango,
soñaban con un puente aéreo a Venus
cuando el camino a casa parpadeaba escrito
en la pantalla de la parada del autobús;
pero el drama, poco a poco, pasó
a ser un paquete perdido en la oficina de Correos,
una caja cerrada en el fondo del armario.
Y ahora que el monstruo ya no duerme
en las entrañas ni te destroza los intestinos,
no amenaza tormenta
cuando empiezan a doler los huesos;
solo es la sensación tras el esfuerzo
de arrastrar la vida hasta la cumbre,
la ausencia de oxígeno en la cima
o lo atroz que resulta el equilibrio.
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