martes, 16 de abril de 2013

Fóllame





Escrito a cuatro manos con Marina Alcolea. 




Por qué no escribes un verso 

y me desnudas con tus palabras 

las exprimes, las moldeas, me decoras, 

me acaricias lentamente entre metáforas.



Por qué no pules con ellas 

aquel lunar que te disgusta, 

o me llenas el cuerpo de heridas de guerra, 

o me enseñas cómo besar al poeta. 




Por qué no me muerdes el alma 

hasta que sangre 

y me atas a tu verbo, 

y lames mi corazón en carne viva. 



Quiero aprender la lengua de las musas 

para que me vistas de adjetivos, 

para darme el lujo de perder los papeles 

y aún así no quedar mudo. 



Quiero quitarte los escudos, 

los pronombres posesivos 

quiero convertirte en un poema 

escrito en verso libre. 



Construirlo a cuatro manos 

y que salga de dos bocas, 

conjurarlo usando los imperativos, 

los plurales, las primeras personas. 



Quiero aferrarme a su poesía, 

beber de la tinta que tatúa 

tu piel en mi memoria 

para desgranar así su encaje, 

para llenarme las manos 

de las paradojas que se extienden 

por sus latitudes, para comprender 

el giro del engranaje de tus agujas. 



Esta noche te dejo fumarme a caladas profundas 

llenarte de mi los pulmones, 

hacerte entender lo que pienso: 

el amor es un suicidio inconsciente. 



Esta noche voy a tocar todas tus teclas 

para memorizar todos sus sonidos, 

para interiorizar el eco de nuestros pesos muertos 

colgando de la soga, 

o experimentar la música de una hoja de afeitar 

vibrándonos por las muñecas. 



Escribir 

como amar 

es atreverse a saltar 

al vacío. 




Léeme este poema con las manos. 

Oblígame entre susurros, 

grita como la más puta de las musas, 

mírame a los ojos y recita un exquisito: 



fóllame.


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