lunes, 30 de diciembre de 2013
Su verdadero nombre
Me sumerjo en las profundidades del poema
para encontrar su verdadero nombre,
me sumerjo en la claridad de sus aguas
para respirarte en su fondo
tranquilo y silencioso,
para tocar su suelo de arena
y piedra erosionada,
para llenarme los pulmones de cada una
de las palabras y los actos
que lo forman.
jueves, 26 de diciembre de 2013
lunes, 9 de diciembre de 2013
Alejandría
Si apoyaras el cañón de un revolver
contra mi sien
y me preguntaras:
“¿La vida o la poesía?”
Reiría al ver de nuevo arder Alejandría
mientras me conjuro a la Santa Inquisición
de tus caderas.
miércoles, 20 de noviembre de 2013
Nitrato de celulosa
Aprendió a amar
como se deseaban los protagonistas
de las películas francesas,
como venía escrito en los libros,
como las canciones de palabras rasgadas
quisieron que amase.
Era actor y narrador;
las paredes de su cuarto, atrezzo.
Los mares, las estaciones, las ciudades:
sólo croma.
No conocía el reparto,
ni el guión de las actrices.
Pero aún así, las deseaba
porque era consciente de lo rápido
que podía arder el celuloide.
miércoles, 6 de noviembre de 2013
No es noviembre (réplica a un poema de Marina Alcolea)
No preguntes qué hora es
porque nunca es tarde para decorarnos los labios,
para que vuelva agosto
con sus piernas desnudas.
Créeme.
No es noviembre el que nos la clava
por la espalda,
ni la vida la que emborrona
de ausencia los poemas.
No es que se acuerden de nosotros las tristezas.
Si oscurece más temprano
es para que nos mojemos antes
entre las sábanas,
para que nos dé tiempo a desayunarnos
antes de ir a trabajar.
lunes, 4 de noviembre de 2013
Cuando mueras
Cuando mueras, besaré tu lápida
para conocer realmente
qué es el frío.
Mis labios en contacto con la piedra
se cerciorarán de lo que confirmó
tu carne.
El suelo soportando mis rodillas
quizá susurre que puede haber muerte
aunque no haya olvido.
Pero antes de que nos alcancen los disparos,
te invitaré a cenar, a correr por los museos,
o a robar bancos.
miércoles, 23 de octubre de 2013
Ut pictura poiesis
El día que vi en aquel cuadro de Hopper
a aquella mujer mirar por la ventana,
me pregunté cuáles serían las vistas
de los pequeños apartamentos de París,
si sus suelos serían de parqué
o las escaleras de madera.
El día que vi en aquel cuadro de Van Dongen
a aquella mujer con sombrero negro,
me pregunté si sería posible
llegar a la profundidad de su mirada,
o cuánto valdría en 1908
comprar los labios de esa boca.
El día que vi en aquel cuadro de López García
a aquellas dos figuras tumbadas en Atocha,
me pregunté cómo es posible
que se nieguen los amantes,
o por qué en mitad de aquella madrugada
esos dos cuerpos no parecían tener frío.
jueves, 17 de octubre de 2013
Antes de cruzar la línea (de aquellos logos, estos mitos)
Antes de cruzar la línea
veremos a nuestras madres muertas,
a viejos tristes tirando ramos de
rosas aun frescas al contenedor de la basura.
Cargaremos con pesadas piedras,
sujetaremos los pilares de los cielos,
nos embriagaremos de ambrosía.
Colgaremos cuadros en troncos de árbol,
adularemos nuestras figuras
antes de planchar nuestras camisas,
Seremos testamento y pertenencia,
la palabra-no-escrita:
hexámetros dactílicos
en declaración del Impuesto
sobre la Renta de las Personas Físicas.
miércoles, 2 de octubre de 2013
Fundido a negro
Puedo apuñalar al espejo como Donnie
o puedo conocerte en un momento extraño,
como Jack.
Puedo tener fe en el ser humano,
pensar que no todo el mundo se corrompe,
incluso puedo elegir subir al tren
o quedarme con alguna de esas tres mujeres.
También puedo salir a bailar
una de Chuck Berry puesto de coca hasta las cejas,
montar en un avión que me lleve
al otro lado del océano,
o disfrutar en de todos los cortes censurados
en la soledad de una sala de cine.
También puedo recordar
como si de una grabación en súper ocho se tratase,
quedarme viendo cómo cae la lluvia
en la suite del mejor hotel de Japón,
o coleccionar fotos de carné
abandonadas por sus dueños.
Puedo correr de tu mano
por los largos pasillos del Louvre,
yacer ahogado en la piscina de una mansión
de Sunset Boulevard,
o puedo teorizar sobre la relación
entre la música pop y la tristeza.
Pero después del fundido a negro,
me sentaré en la mesa
y volveré a escribirte este poema.
martes, 1 de octubre de 2013
De Vita Beata
No hagas preguntas pero no suscribas.
No ordenes pero no te pierdas entre la muchedumbre.
No apliques ni algoritmos ni teorías
porque la tinta no siempre estuvo seca.
No esperes.
No persigas.
No reces.
No tomes caminos rectos
pues el asfalto los corrompe.
No te des, no te quites los placeres
porque en ellos se educa la memoria.
No te niegues, no te afirmes cuando ames
porque no podrás aprehender la dialéctica del poema
o de la vida.
sábado, 28 de septiembre de 2013
Arriar las velas
No lucharé contra estás nuevas tempestades,
ni volveré a salir a faenar a mar abierto,
ordenaré arriar las velas.
Seré el primero en abandonar el barco,
dejando que las algas pudran el casco,
que el salitre haga su trabajo.
Me alejaré de los cantos de cualquier sirena,
no perseguiré a ninguna muchacha por el muelle,
ni contaré cuántos lunares tiene su vestido.
Esperaré a que el otoño avance,
que los deje caer al suelo
para que los arrastre el viento.
lunes, 9 de septiembre de 2013
Ajuste de cuentas
Escribo este verso
porque no sé atravesar una puerta.
Este otro porque
mis manos están vacías.
El siguiente
por preferir esconderme detrás del burladero.
Llevo siete,
dudo en el octavo,
y en el noveno.
El décimo es un disparo
que abre un hueco en la pared por el que miro.
Me veo escribiendo el duodécimo
en vez de lanzarme al vacío
desde el decimotercero.
En el decimocuarto pienso
en escapar por la escalera de incendios.
Decimosexto: miro al suelo.
Decimoséptimo: me aterra el sonido
del viento a esta altura.
Decimonoveno: se dilatan mis pupilas.
Vigésimo. Salto.
sábado, 7 de septiembre de 2013
A olvido
No desees que tenga un amor,
una mujer, una esposa,
no desees que tenga amantes generosas,
ni besos de tornillo,
ni noches de vino con dos copas.
No desees que comparta la bañera,
que me conjure a otro femenino singular
que no sea el tuyo,
que caiga rodando por la primavera
de la mano de cualquiera.
No desees que baile para mí otro vestido
bien ceñido a las caderas,
que pierda el sentido
por los avatares de otras selvas,
porque hay deseos que saben demasiado a olvido.
viernes, 30 de agosto de 2013
KILL ¿BILL?
Desnúdame y admira cada una de mis cicatrices,
mira como atravieso el semáforo en rojo,
lame la boca de ese tío mientras suena la música,
sé mis nudillos contra cada pared,
no leas mis poemas.
Lame la boca de ese tío mientras las canciones
dicen que los chicos no lloran,
que yo amaré sabiendo que esta caída nunca tendrá fin,
observa cómo los gatos se ríen a mi paso,
cómo las musas vuelven a pisar mi cuello
cada noche.
lunes, 24 de junio de 2013
Quería escribir un poema donde dijese que esta noche es perfecta para hacernos el amor
Quería escribir un poema donde dijese
que esta noche es perfecta
para hacernos el amor:
las hogueras nos podrán
iluminar hasta el alba,
el mar se habrá calmado
antes de que perdamos el autobús
y nos quedemos solos.
Como la luna hoy ríe con la boca abierta,
podrás bromear conmigo
diciendo que es la de un gato gordo.
Puede que antes de besarnos
tararees alguna canción
rellenando tu vaso con cerveza,
o sostengas un filtro entre los labios
mientras buscas papel para hacerte un cigarro;
puede que incluso
justo en este preciso instante,
ya me estés besando.
Quería escribirte un poema que hablase
de brindar con tu vestido,
de cosernos bien fuerte las salivas,
trenzarnos los dedos
o acariciar tus párpados.
Pero será mejor dejarlo para otro día,
porque mañana tengo que madrugar
y se está haciendo tarde.
Quería escribirte un poema que hablase
de brindar con tu vestido,
de cosernos bien fuerte las salivas,
trenzarnos los dedos
o acariciar tus párpados.
Pero será mejor dejarlo para otro día,
porque mañana tengo que madrugar
y se está haciendo tarde.
sábado, 22 de junio de 2013
Segundo asalto
No es lo mismo bailar solo en la cocina,
quemarse los dedos sin tener quien te los bese
servir un plato de sopa de verduras
y ahogar las letras que conforman tus palabras,
que despertarse en mitad del rodaje de una película de Godard
donde Anna Karina corre de tu mano por el Louvre
batiendo un nuevo récord,
sacándote a bailar tras un minuto de silencio.
No es lo mismo ahogarse a solas en la bañera,
que jugar a hundir la flota con tu íntimo enemigo.
Anoche te esperé toda mi vida
en la azotea de un cuarto
sin ascensor
para que me leyeras las estrellas,
para ver cometas
y retarles a que den más luz que nuestros besos;
pero tú, amiga de las tormentas,
no volverás para perdonarme
que no supiera apreciar la pureza del amor que compartimos
donde siempre era domingo por la tarde.
No es fácil saltar al vacío
sin conocer la distancia al suelo,
sin saber de la profundidad de nuestra bañera
o cuándo te pararán los pies los guardias de seguridad de los museos.
La sopa de verduras siempre me quedó sosa,
nunca supe llevar el ritmo sin otros pies que lo marcasen.
Anoche en nuestra cama
le leí a otra todos tus poemas.
Se los leí yo.
Y se enamoró,
de ti.
jueves, 20 de junio de 2013
Sunset Boulevard
Yacer muerto boca abajo
en mitad de una piscina
debe ser algo memorable,
como lo debe ser desenfundar un revólver
en el momento más tenso del film
o besarle los párpados a la estrella protagonista:
esa que mira a cámara
con unos ojos que te hacen ir a la guerra,
robar bancos o traicionar a tu mejor amigo.
Pero luego llega el fundido a negro,
y los créditos no cuentan
cómo se seca tu máquina de escribir,
ni cuántas recetas se necesitan para poder dormir.
Quizá sea por eso que detrás de los atrezzos,
algunos poetas alquilemos
tan barato el corazón,
o alcemos la copa en memoria
de aquel verano eterno,
de aquellos días que no llegaban al crepúsculo.
miércoles, 19 de junio de 2013
Enfrentarse
Enfrentarse.
Mirar a los leones a la cara,
quitarse el antifaz,
dejar ver huesos,
magulladuras, cicatrices.
Saltar.
Arrepentirse cuando es tarde,
abrir un libro,
darle al play,
rellenar la copa.
lunes, 17 de junio de 2013
Sería mejor haber muerto en las trincheras
Creímos que el amor era otra cosa,
nos burlamos de los dioses
sin saber que éramos los hijos huérfanos
de unos libros que convertimos en sagrados,
sin saber de aritméticas y confabulaciones,
o que los padres primerizos se equivocan.
Ahora no nos queda más que tirar la toalla,
recoger nuestras cosas,
hacer las maletas,
volver a casa
como vuelven los soldados que pierden la guerra,
sin mérito, sin medallas
para uniformes llenos de barro.
sábado, 15 de junio de 2013
Te lo aseguro II
Cuando duermas en mi cama
los bares cerrarán bien tarde
porque celebrarán fiestas
en tu honor.
Cuando te lleve al río
el mar estará lejos,
pero no necesitaremos que nadie nos muestre
los caminos hacia la playa,
porque sabrán mis pies
llevarte entre mis brazos
a sus orillas.
Cuando lleguen los inviernos
mis sábanas nos guardarán de malos augurios,
nos dará margen el otoño de Madrid.
Cuando vuelvas
las puertas estarán abiertas,
el portal bien limpio,
los balcones llenos de flores.
Pasearemos por Malasaña,
y por fin atraparé el lunar que escondes en tus labios.
Haré que lo luzcas
mientras nos sentamos en aquella terrazita*
que aún no conoces
delante de una cerveza bien fría.
Reiremos.
Te lo aseguro.
Te daré mi boca para que la pulas a tu antojo.
Mis dedos para que cambies sus contornos.
miércoles, 12 de junio de 2013
viernes, 7 de junio de 2013
Te lo aseguro
¿Por qué no me tiras al lago
o me atas una soga al cuello?
¿Por qué no diseccionas cada uno de mis órganos
para ver dónde estaba lo que me has quitado?
¿Por qué no aprietas el gatillo
y me vuelas los sesos?
Quizá así termine rápido de amarte
y no tendrás que seguir arrastrándome,
dejando el rastro de mi sangre por el piso.
¿Por qué no me rematas?
Ya casi es viernes, quizá mañana esté ardiendo;
no esperes a pasar un fin de semana
con un cuerpo que ya empieza a oler.
Si la poesía funciona cuando la musa mata al poeta,
tú lo estás haciendo muy bien.
Te lo aseguro.
jueves, 6 de junio de 2013
La moneda y el enjambre
No te fíes del sosiego de la noche
porque en su moneda se tejen las cárceles
de los que amamos mucho.
No pretendas asegurar cada paso,
ni te intentes adueñar de tus zapatos;
no conoces los sustratos,
no te pertenecen la raíces
que mantienen tu equilibrio.
Cuida los cuchillos porque en sus filos
se guardan las imágenes,
la sangre del recuerdo sabe que el metal
es el mejor conductor de la tragedia,
que el vino que se resbala por las mejillas
siempre fermenta mejor
cuando nuestros fantasmas siguen vivos.
Y es por eso que las lágrimas
giran alrededor de los metales,
como yo camino alrededor de las monedas de la noche,
admirando sus bordados, sin poder girarlas;
es por eso, por lo que desde el otro lado del recuerdo,
tú paseas por el enjambre de mis sueños
con una moneda al cuello.
domingo, 2 de junio de 2013
Breves apuntes para una comedia dramática
Breves apuntes para comedia dramática:
Ni yo era capaz de odiarla
ni ella era capaz de amarme.
Y así andaba, como un perro abandonado
que trataba de encontrar
el camino de vuelta a casa.
viernes, 31 de mayo de 2013
La peor de mis derrotas
Aquel día que caminamos por el Sahara,
lamimos el borde del abismo
y la aorta nos escupió un alquitrán
que nos supo a playa.
Aquel día en el que los museos
hicieron honor a su nombre,
llevabas el pelo recogido y un vestido
que me ofrecía tu cuello.
Él me supo a Mediterráneo
cuando acerqué los labios,
pero no susurró nada de choques de trenes,
ni de carreteras cortadas.
Mientras me abría camino
por los avatares de tu pelvis,
no fui capaz de evitar el volverme a despeñar
por la última madrugada de mayo.
Ahora tengo arrugada la camisa,
el corazón y la barba descuidados,
los pantalones manchados de un barro
que saca a relucir la peor de mis derrotas.
Aquel día que me partiste el labio,
aprendí que forzar cerraduras
teniendo la llave en los bolsillos
es ser un más que pésimo ladrón.
Quizá mi mayor delito fue intentar hacernos
a imagen y semejanza de Godard o de Cortázar,
juguetear con el peligro de que mis lunares
dejasen de encajar en los tuyos.
martes, 28 de mayo de 2013
El apátrida
Dame otro motivo para irme,
empújame que yo caeré rodando,
aprieta otra vez el gatillo,
quizá esta vez sí se dispare una bala.
Empápame en gasolina,
corta mis tendones
para que me derrumbe
entre las llamas.
Mete mi corazón a remojo en lejía,
oblígame a cruzar la línea,
vende mi alma a bajo precio.
Expatríame, haz jirones mis banderas,
viernes, 24 de mayo de 2013
Sobre el pecho
Lo único que se necesita para hacer
una película es una chica y una pistola.
Jean-Luc Godard
una película es una chica y una pistola.
Jean-Luc Godard
Nadie pide silencio a mi espalda,
no me mira la mujer con sombrero negro
mientras duermo.
Las luces de los coches pasan,
por última vez, a través
de esta ventana,
y por mucho que por ella me asome
no logro ya ver tus cortinas rojas.
Escucho coches que derrapan
dementes por mis sienes,
me monto en autobuses
que no saben llegar a la siguiente parada.
El póster que me regalaste
espera apoyado en la pared
a que vuelva un tiempo que no vuelve,
a que pase un tiempo que no pasa.
Duermo en el último rincón
que no han abordado los relojes,
en el limbo que custodian
las botellas que no bebo contigo.
Aquí, las paredes se quedan huérfanas,
en blanco sucio,
como poemas mil veces borrados.
Apilados en cajas de cartón,
los González, los d’Ors, los Montero
hacen voto de silencio
por las batallas perdidas.
Y a mí se me rebelan las derrotas,
los trescientos sesenta disparos
que me colocas cuidadosamente
sobre el pecho.
miércoles, 15 de mayo de 2013
El último autobús
Eran casi las y diez media
y pasaba el último autobús.
Vamos a casa –te dije.
A casa: qué raro.
lunes, 13 de mayo de 2013
Artesano incauto
Me sacudían las tormentas por sus ojos
y se le desbordaba el Mediterráneo
en las pupilas,
le crecían madres selvas por las zonas
montañosas que construían su iris.
Yo, artesano incauto,
la quería domeñar poniendo presas,
trazando carreteras,
rezando a dioses,
calculando distancias,
haciendo esbozos de catedrales.
Quería cambiar el curso de sus cauces,
tallar sus valles para levantar
centros comerciales.
Tenía hojas de ruta,
coordenadas, sistemas decimales,
navíos capaces de sortear
todos sus glaciares.
Tenía las fórmulas, la alquimia,
pero me faltaba el beneplácito de sus entrañas,
de las garras de sus animales.
Lo que parecía bajo el control
de los números naturales
sucumbía a los terremotos,
a la incisión de sus volcanes.
Y es que, según parece,
no se pueden aprehender las bellezas
con lógicas formales,
ni hacer mapas de sus paraísos.
jueves, 9 de mayo de 2013
Cuando crean conveniente
Cuando termine este poema
te habrás ido.
Porque sólo estás cuando te escribo,
cuando te pongo aquí, entre estos versos.
Sólo aquí te me apareces
y aquí es donde te hago y te rehago
sólo con cambiar de lugar estas palabras.
Aquí te pongo los zapatitos de charol
o te quito el vestido,
aquí te recojo el pelo, te pinto los ojos
o incluso te pongo aquel pequeño
pendiente de plata que perdiste.
Aquí, en este extraño espacio
donde se sitúa la poesía,
fluyes de mis manos,
y son mis manos las que te decoran
los labios con carmín
o te desabrochan el primer botón
de la camisa.
Son ellas las que deciden
que salgas de mis poemas,
que vuelvas al espacio de los vivos,
sólo con colocar, cuando crean conveniente,
un punto final.
viernes, 3 de mayo de 2013
miércoles, 1 de mayo de 2013
De olvido
Me importa poco si Dalí me ama o no.
Personalmente yo no amo a nadie.
Gala Éluard Dalí
Ten cuidado:
míralas de lejos
y amárrate bien fuerte al mástil.
No dejes que te embelesen
sus palabras,
no te cruces con sus ojos
si no quieres convertirte en piedra.
No intentes seducirlas,
no las cubras de regalos, ni de versos,
ya que por mucho que te empeñes,
ellas nunca serán tuyas.
No olvides nunca estas palabras,
porque yo una vez tuve una musa
y me mató de olvido.
lunes, 29 de abril de 2013
Poema de amor
Esto no es un poema de amor,
así que puedes follártelo.
Esto no es un poema de amor
porque quien lo quiso,
lo dejó tirado a un lado.
miércoles, 24 de abril de 2013
Los más exquisitos velos
No somos dueños del tiempo
pero podemos parar las agujas de los relojes,
no conocemos la posición de los electrones
pero erigimos duras casas de cemento.
No entendemos la causa última,
ni la mirada del gato,
ni la lengua que hablan los delfines.
No conocemos las privadas habitaciones del olvido,
ni el vientre de los volcanes,
ni las migraciones de los pájaros.
No sabemos nada de los dioses,
ni de los juegos de manos de los magos,
tampoco de la secreta pasión de los amantes.
Pero aún así construimos las palabras
y las vestimos con los mas exquisitos velos,
con ellas hicimos versos
que nos hicieron vislumbrar las más íntimas verdades.
viernes, 19 de abril de 2013
Guárdame un segundo
Ten un jardín con columpio,
un huerto, una enredadera
que escale por tus piernas,
un patio para pasar la primavera,
una buhardilla, una chimenea,
un baño completo con bañera.
Ten un novio, un consorte,
un marido, un compañero.
Me vale cualquiera
que te lleve del sofá a la cama,
que sepa de cocina,
que beba café, que le guste el cine.
Ten hijos, ¿cuántos quieres?
Ponle a la primera aquel nombre
que tan bien rima con el Sena,
llévala a la escuela de la mano,
vela pasar la varicela,
despliega sus alas, mira cómo vuela.
Ten un coche, un anillo de casada,
una casa con puerta de madera,
álbumes de fotos, aniversarios,
nochebuenas, cumpleaños,
noches de vino,
discusiones tontas.
Ten, toma todo lo que esté a tu alcance,
pero guárdame un segundo
antes de que te lo arrebate el sueño cada noche
para poder cruzar por tu mente de puntillas,
o regálame alguna que otra madrugada
en la que despiertes aturdida,
antes de que den las seis de la mañana,
para hacerte recordar que a esa hora,
es la hora en la que se besan los amantes,
para amontonar nuestras cenizas
antes de que se las lleve el viento.
martes, 16 de abril de 2013
Fóllame
Escrito a cuatro manos con Marina Alcolea.
Por qué no escribes un verso
y me desnudas con tus palabras
las exprimes, las moldeas, me decoras,
me acaricias lentamente entre metáforas.
Por qué no pules con ellas
aquel lunar que te disgusta,
o me llenas el cuerpo de heridas de guerra,
o me enseñas cómo besar al poeta.
Por qué no me muerdes el alma
hasta que sangre
y me atas a tu verbo,
y lames mi corazón en carne viva.
Quiero aprender la lengua de las musas
para que me vistas de adjetivos,
para darme el lujo de perder los papeles
y aún así no quedar mudo.
Quiero quitarte los escudos,
los pronombres posesivos
quiero convertirte en un poema
escrito en verso libre.
Construirlo a cuatro manos
y que salga de dos bocas,
conjurarlo usando los imperativos,
los plurales, las primeras personas.
Quiero aferrarme a su poesía,
beber de la tinta que tatúa
tu piel en mi memoria
para desgranar así su encaje,
para llenarme las manos
de las paradojas que se extienden
por sus latitudes, para comprender
el giro del engranaje de tus agujas.
Esta noche te dejo fumarme a caladas profundas
llenarte de mi los pulmones,
hacerte entender lo que pienso:
el amor es un suicidio inconsciente.
Esta noche voy a tocar todas tus teclas
para memorizar todos sus sonidos,
para interiorizar el eco de nuestros pesos muertos
colgando de la soga,
o experimentar la música de una hoja de afeitar
vibrándonos por las muñecas.
Escribir
como amar
es atreverse a saltar
al vacío.
Léeme este poema con las manos.
Oblígame entre susurros,
grita como la más puta de las musas,
mírame a los ojos y recita un exquisito:
fóllame.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)