lunes, 12 de diciembre de 2011

Aguas cálidas



Me sumerjo, como en las aguas cálidas 

de un buen sueño, a tientas en la habitación, 

duermes bajo las sábanas, tranquila 

como el sosiego del bosque en mitad de la noche. 

Dejo caer mi cuerpo a tu lado, 

paso mis dedos por la suave piel de tus caderas. 

Me pregunto cuántas parejas dormirán 

justo en este momento, cuántas compartirán 

un pequeño colchón, igual que este. 

Y pienso que quizá, ser poeta consista solamente 

en ver algo de extraordinario en las miles 

de pequeñas camas compartidas. 

O que tal vez, el amor se nos descubra 

al volver del baño a media noche, 

y que la habitación donde duermes 

sea lo más parecido a un sueño de aguas cálidas 

en mitad de la tranquilidad de un bosque.

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