‘Una mujer y un
hombre gastados por los besos’
Discúlpeme, poeta:
la música es hermosa,
pero la letra
falta a la verdad
Miguel d’Ors
Marcó el fin de una guerra,
iluminó sesenta años,
sus autores: muertos,
tanto como aquel mayo.
Desquita un átomo, una tempestad,
los dos mojados.
Mil novecientos cuarenta y cinco
y guerras frías.
Muros de septiembre: derribados.
Un Berlín, un búnker, una bala
para dos pares de labios embalados.
Mármol: estatuas de cuerpos
de amantes disecados.
Sangre de adjetivo
para dos caínes señalados.
Lo dijo Miguel d’Ors:
los besos de Miguel Hernández estaban equivocados.
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