jueves, 30 de junio de 2011

Definir las rutas



Tiembla la tinta al definir las rutas 

que se escapan por ensoñaciones y carreteras, 

navega el mar por abecedarios 

de lenguas que aúllan en aguas nocturnas, 

en pozos de ciénagas verdes que deletrean, 

lentas como en un sacrificio, las armonías, 

las claves y el prólogo de cadáveres 

quemados por caldos de versos derretidos. 

La cartografía no define el centímetro, 

no conoce los poros, ni la gota de vino 

que resbala por tus labios. 

Sólo el olfato conoce y guía, predice e intuye 

el camino desconocido por el que rodamos 

desnudos y anudados. 

Sujetamos nuestros cuerpos por las uñas, 

esperamos ocultos a que llegue la noche, 

para poder robarnos los espíritus, 

las pieles, las mejillas y los gritos.

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