martes, 22 de febrero de 2011

Condición.

No sueltes
en medio de esta hora
el paquidermo mustio de tu filosofía.

(Miguel d’Ors)



No es felicidad besar la belleza 

de la muchacha más guapa de la ciudad. 

Amor, no es felicidad que tú y yo 

ahora nos desvelemos 

desnudos en la misma cama, 

no son felicidad nuestros cuerpos húmedos 

enredándose, tampoco 

lo es nuestro acto de creación. 



El fondo verde de tu mirada ávida 

no lo es, ni lo es la tela de algodón 

que nos separó de nuestra totalidad, 

ni siquiera el calmo momento 

de hace solo unos minutos, justo antes 

de despertarnos, tampoco los segundos 

en los que nos desperezábamos 

como gatos holgazanes. 



Pero muchacha, no olvides coger las rosas 

antes del Miércoles de ceniza, 

no le reces hoy al rey de los cielos 

ni a ningún príncipe gitano. 

Cántale las alabanzas a nuestra carne 

que hoy también nosotros somos verbo, 

ofréceme el sacrificio de mis labios 

y olvídanos de nuestra condición humana.

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