jueves, 23 de diciembre de 2010

Cama Vacía IV

Un motor de combustión

agita el lodo

de una gasolinera,

o de una cama vacía

vestida 

de arenas movedizas. 



El estómago 

es un nido de cuervos hambrientos 

que late con los ojos 

de Dios al acecho, 

en un autobús 

que rompe la poesía. 



Me enerva saber 

que millones de ácaros 

se alimentan de mí, 

sin haberlos seducido, 

ni siquiera 

haber pecado. 



Mi bragueta abre 

un mar o un génesis 

de aguas templadas, 

la vida en su interior 

se expande 

como un universo.

1 comentario:

  1. "Me enerva saber

    que millones de ácaros

    se alimentan de mí,

    sin haberlos seducido,

    ni siquiera

    haber pecado. "

    Me gusta...

    ResponderEliminar