Bajo un cielo encalado, agonizan
Los años del deshielo y la pasión,
La piel arrugada de Dorian Gray
Se mira en un espejo de papeles mojados,
Entre la lluvia sucia de los charcos
Y el contaminado rocío de la ciudad.
La Verdad, acechando entre las ruinas
Del destino, nos muestra la ambición en la hoguera,
El talento penado por Caronte
A remar como esclavo en sus galeras.
Mortales, los hombres que sueñan con desplazar
Con los ojos la guadaña de la negra dama,
Que desafían con versos la huella del tiempo
Que esperan y que aspiran al honor y la fama.
Mortales, los hombres que buscan la eternidad.
La Piedad, de rostro eterno, los mira
Con la implacable ley de los segundos
Escrita en la erosión del manto que la
Cubre. Los gatos más sabios conocen
La tristeza de la noche cuando el sol despunta,
Cuando las familias en sus quehaceres, duermen.
Qué intenso es lo que escribes, muchacho!
ResponderEliminarAl igual que tu comentario, que en una sóla palabra fue como si hubieses dicho un mundo entero.
Me gusta :)
¿Puedo preguntar acerca de tus fuentes? ¿Qué tipo de poesía o a qué autores sueles leer?
ResponderEliminarA seguir escribiendo :-)
Últimamente leo mucho a Miguel d'Ors y a Leonard Cohen, y Joaquín Sabina se puede decir que siempre está ahí desde que era un niño. También me gusta mucho Lorca.
ResponderEliminarEste poema en concreo está algo inspirado en Jorge Manrique y las Coplas a la Muerte de Su Padre, la vida de la fama y tal..., también la mitología.
En mis últimos poemas siempre está presente el paso del tiempo.
Mis fuentes pueden estar en todos sitios, por ejemplo en la música o las películas.
Muy interesante. Mira esto. No es mío, como digo en la entrada, sino de un buen amigo y mejor persona. Quizá te guste.
ResponderEliminarY no olvides felicitar mañana a dos ilustres tomelloseros, que cumplen casi a la vez.
Un placer descubrir nuevos rinconcitos cómo este.
ResponderEliminarMe alegra compartir gustos sombreriles con usted, aunque en este caso se ha equivocado con el género: soy una orgullosa sombrerera :)
Pero el ser humano acaba siendo masoquista, y no le gusta otra cosa más que el dolor, si puede ser propio ya, sí que lo cerramos tó.
ResponderEliminaruuhm Dorian Grey
ResponderEliminargracias, a mi también me fascinaron!